Transformación de una casa de 2 plantas y sótano en un coqueto hotel de ocho habitaciones con sus servicios de recepción, cocina y comedor.
La dificultad de esta obra radicaba en el vaciado interior del edifico y, dejando sólo las fachadas convenientemente apeadas, en conformar una estructura que diera soporte a las 3 plantas construidas.